Este hermoso pueblo rico en tradiciones se encuentra a 1,750 metros sobre el nivel del mar, teniendo un clima verdaderamente envidiable, considerado como semicalido subhumedo con una temperatura media anual de 20.42º C.
Malinalco es un lugar en donde encontrarás una inigualable belleza conformada por la imagen de un pueblo típico envuelto por la impresionante escenografía de sus montañas caracterizadas por sus peculiares formaciones.
El caminar por sus calles empedradas hacen que podamos respirar la tranquilidad de un pueblo colonial. Además podrás conocer sus tradiciones y costumbres que forman parte de la herencia de la grandeza de un pueblo que día con día convierten a este encantador lugar en una leyenda viva.
En Malinalco podemos encontrar principalmente en el centro de la población e inmediaciones de la Zona arqueológica, diferentes tipos de artesanías, poco a poco se está volviendo una tradición el trabajo de piezas talladas en madera sobresaliendo los palos de lluvia y tambores de guerra de estilo prehispánico.
Esta majestuosa edificación se localiza en la Cerro de los Ídolos ubicado en la parte poniente del centro de la Cabecera Municipal.Su importancia y originalidad, se deriva por su templo principal caracterizado por ser monolítico comparado con los templos de Ellora en el sur de la India, la ciudad de Petra en el gran valle que corre del Mar Muerto, los templos monolíticos de Abú-Simbel de la cultura egipcia y algunos otros de menos interés en el Perú.Las construcciones datan del siglo XV y principios del XVI y fueron realizadas por los aztecas durante los gobiernos de Ahuítzotl y Moctezuma II, la fecha inicial del edificio monolítico fue el año IX calli o sea 1501
Es impresionante el ingreso ya que precisamente por el orificio de la boca de la serpiente tallada en el acceso , como en otros edificios aztecas, se ingresa al recinto, aunque aquí, en el de Malinalco, la figura, cobra un dramatismo especial, ya que la enorme lengua bífida sirve de tapete de entrada.
Este templo es extraordinario en su interior, ya que en el piso del mismo tiene una especie de banqueta que rodea el espacio a manera de hemiciclo en donde se acomodan dos águilas y entre ambas un ocelote. En el centro del recinto se encuentra otra águila en la misma actitud que las anteriores y atrás de ella un agujero redondo donde se cree ahí se depositaba el corazón de los sacrificados.